Peñalver Gisbert
Marina con barcos. Sin título
Contraseña no identificada en chimenea
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia 1926-2003
Óleo sobre tabla
Medidas: 47 x 34 cm
Escena de puerto. Sin título
Óleo sobre tabla
Escuela española
Vapor sin identificar, aunque bien podría tratarse del Francolí o el Tintoré.
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia 1926-2003
Dedicado en trasera “para Alicia con cordialidad y simpatía”, junio 1998
Medidas: 37 x 24 cm
Marina con barcos. Sin título
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla
Medidas: 37 x 24 cm
Marina con barcos. Sin título
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla
Medidas: 40 x30 cm
Marina con barco. Sin título
Fragata enarbolando la bandera inglesa de mar
Dedicado en la trasera a María Amparo, julio de 1998
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla
Medidas: 42 x 32 cm
Escena de puerto. Sin título
Bricbarca y velero sin determinar
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla, mediados del siglo XX
Medidas: 49 x 33 cm
Título: Fragatas
Marina con barcos
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia 1926-2003
Óleo sobre tabla
Medidas: 35,5 X 25,5 cm
Escena de puerto. Título: Entrando a puerto
Navío maniobrando para entrar a puerto, con la ayuda de dos remolcadores
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla, años 70 del siglo XX
Dimensiones: 51 x 37 cm
Título: Buque escuela español Juan Sebastián Elcano
Retrato del barco
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tela, dedicado en trasera “Al amigo Vicente con toda cordialidad, agosto 1997”
Medidas: 79 x 61 cm
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano, es una goleta de velacho de cuatro mástiles, aunque se puede confundir con un bergantín-goleta por el aspecto de su palo trinquete. Su misión primordial en la Armada Española, es la de formar a los Guardia Marinas que cursan el cuarto Curso de su carrera en la Escuela Naval Militar.
Pronto cumplirá cien años, surca los mares desde 1928 y en su haber tiene 10 vueltas al mundo y varios récords de navegación a vela, además de ser el buque con más millas recorridas del mundo. Que yo tenga conocimiento, dos personas nativas de Benidorm cumplieron su servicio militar en él, Vicente Llorca García “El Sellardo” y Gaspar Alemany Baeza “El Santapolero”.
Título: Dejando el remolcador
Marina con barcos
Sin información sobre el velero, podría tratarse de un bergantín-goleta dejando el puerto de Valencia, a principios de 1900
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Óleo sobre tabla, titulado y firmado en la trasera, probablemente años 90
Medidas: 49 x 30 cm
Título: Buque escuela de guardiamarinas Galatea
Retrato de barco
Óleo sobre tela
Dedicado en trasera, abril de 1999
Autor: Carlos Peñalver Gisbert, Valencia, 1926-2003
Medidas: 79 x 57 cm
La Galatea fue una bricbarca de construcción británica. Comprada en Italia 1922 con el nombre de Claraestella, fue transformada en Cádiz en buque escuela de guardiamarinas, rebautizada a Galatea. Sus tareas como buque de instrucción de guardiamarinas duraron solamente tres años, el periodo que va desde su primer viaje en 1925 al momento en el que fue sustituido por el Juan Sebastián Elcano en 1928. Pasando después a ser buque escuela de maniobra para aprendices marineros especialistas. Amarrado en El Ferrol desde 1959 hasta su baja definitiva de la Armada en 1982, pasó unos años de total abandono en Sevilla, amarrado en el Guadalquivir como atractivo para la Expo 92. Cuenta Juan A. Oliveira en la web Va de Barcos que… “expoliado por coleccionistas y chatarreros, el Galatea se convierte en refugio de vagabundos y mendigos. Después de dos incendios y una inundación el buque queda varado en el lecho del río”. Adquirido por el Ayuntamiento de Glasgow en pública subasta en 1992, restaurado, y recuperado su nombre original, Glenlee, hoy se muestra orgulloso como atractivo histórico y turístico en la ciudad en que fue botado en 1896. El monto de la subasta fue de cinco millones de pesetas y la restauración financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, costó cinco millones de euros, inversión recuperada con creces, pues como atracción turística, se trata de una importante fuente de ingresos para Glasgow. Proyectos de esta envergadura, no se dan en España, un país con 8000 km de costa, donde el interés estatal, autonómico y municipal al respecto, es prácticamente nulo.
Fuente: Juan A. Oliveira, vadebarcos.net y WIKIPEDIA