
Una reflexión breve sobre los retratistas de barcos actuales podría resumirla en que no se diferencian en nada con respecto a los retratistas navales del siglo XVIII. La arquitectura naval siempre ha estado y está en continua evolución. Los galeones, fragatas o veleros de cuatro palos ya eran una innovación que muchos veían como algo novedoso, otros exagerado, y desproporcionado para los más críticos.
Hoy día sucede lo mismo. Los diseños actuales de buques mercantes están más basados en la rentabilidad y la capacidad de carga adecuada a su cometido, que a la estética. Y para el retratista de barcos el reto es el mismo. Unir la estética con la innovación y representarla.
Después de todo siguen siendo barcos.
Roberto Hernández